Leandro Martinez

Juliana, el gato y la muņeca

Un gato negro, de ojos verdes. Así era el gato que le habían regalado a Juliana pero ya no iba a estar más con ella. El gato estaba tirado en medio de la calle, había sido atropellado, la niña lloraba desconsoladamente. Para aplacar tanto dolor, su madre le regalo una muñeca de peluche, de pelo rojo intenso enrulado, las piernas de tela desproporcionadamente largas, un vestidito a rayas horizontales rojas y blancas, la piel blanca y 2 botones negros por ojos. Una hermosa muñeca que calmo un poco el sufrimiento de la nena.
 
Al principio estaba todo bien pero al poco tiempo empezaron a suceder cosas raras. Le muñeca se perdía misteriosamente y luego aparecía en lugares donde nadie la había puesto, algunos lugares eran insólitos, como la vez que apareció arriba del armario, imposible que una niña de 3 años alcance la altura de un armario y la deje ahí. Otras veces aparecía con las piernas cruzadas o en posiciones diferentes a como la habían dejado. El colmo te todo fue cuando apareció con sangre en su boca, eso fue lo que decidió a su madre a hacer algo, no se podía seguir así.
 
_ ¡Tenemos que hacer algo! Le dijo a su marido la mama de Juliana. ¡No podemos seguir asi¡
_ ¡Esa muñeca esta poseída!
_ ¿Poseída? Nahh… esas cosas no existen.
_ ¡Sí! ¡Esta poseída por el demonio!
_El demonio no hace esas cosas.
_ ¿No?
_ ¿Sabés que hace el demonio? Hace cosas peores, sesenta millones de muertos en la 2da Guerra Mundial, eso hace el demonio. Mira si se va a poner a jugar con una muñequita, jajaja.
_Vos no me crees pero para mí hay que llamar a una bruja.
_ ¿Una bruja? No, si querés que hagamos algo lo puedo llamar a mi amigo el Padre Jorge para que haga una bendición. Si eso te pone más tranquila.
_Ok dale llamálo.
 
El Padre Jorge es un señor de unos 70 años pelado en la mayor parte de su cabeza, el resto está poblada por unos pocos pelos canosos, usa anteojitos redondos parecidos a los de Lennon y viste un sobretodo negro que cubre la túnica del mismo color, propia de la Orden Jesuita. Fue el Padre Jorge a la casa e hizo la bendición de costumbre pero la madre de Juliana no se quedaba tranquila del todo, hasta que su marido tomo la muñeca y dijo.
 
_ ¡Terminemos esto de una buena vez! Muerto el perro se acabo la rabia.
 
Diciendo esto colocó a la muñeca dentro de una olla la roció con alcohol y le prendió fuego. Juliana lloraba a gritos, quiso evitar que su papá quemara la muñeca pero su mama la freno agarrándola del brazo. Una nube negra arremolinada se elevo desde la olla, un agudo grito se escucho en toda la casa, y la nube  negra voló hacia el pecho de Juliana.
 
La niña se estremeció y comenzó a temblar, se movía convulsivamente, sus rulos rubios se erizaron completamente, la piel completamente pálida contrastaba con la órbita de sus ojos que se puso completamente negros.
EL equipo de música de la casa comenzó a funcionar solo, se escuchaba una canción de Black Sabbath, “God is death”. La niña cantaba con voz ronca, sobrenatural.
 
“Lost in the darkness I fade from the light
Faith of my father, my brother,
my maker and Saviour

Help me make it through the night”
 
Mientras tanto el Padre Jorge había tomado su libro de oraciones y contraatacaba.
 
“Crux sacra sit mihi lux
Non draco sit mihi dux
Vade retro satana”
 
Mientras decía esto rociaba a la niña con agua bendita, pero la niña seguía cantando.
 
“The blood runs free
The rain turns red
Give me the wine you keep the bread
The voices echo in my head
Is god alive or is god dead?
Is god dead?”
 
Los padres presenciaban el vehemente contrapunto llorando desesperados.
 
“Numquam suade mihi vana
Sunt mala quae libas
Ipse venena bibas
Vade retro satana!!!”
 
_¿Como es tu nombre niña? La interrogo el Padre Jorge
 
En el equipo de audio comenzó a sonar otra canción de Black Sabbath, esta vez era “N.I.B”
 
“Look into my eyes, you will see who I am
My name is Lucifer, please take my hand
Oh yeah!
Follow me now and you will not regret”
 
Dijo la Juliana extendiendo la mano y poniendo cara de inocente. El Padre Jorge no cayo en la tentación.
 
_Dios no murió niña, el vive para salvarnos. Dijo.
_!!!Siii!! ¡Si murió! El hombre lo mato y ahora yo me propongo destruir a su criatura. Irónicamente me convertiré en el vengador de mi antagonista. Jajajaja. Contesto la nena siempre con una voz ronca que no era de ella.
 
El padre Jorge avanzo hacia la niña con una cruz de madera frente a el recitando el exorsismo.
 
“Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire, te rogamus, audi nos.
Ut inimicos sanctæ Ecclesiæ humiliare digneris, te rogamus audi nos.”
 
Cuando apoyo la cruz sobre la frente de la niña esta volvió a estremecerse convulsivamente, levanto su cara mirando hacia arriba, abrió su boca grande y de ella salió una nube negra dando un grito agudísimo. La nube negra se arremolino y voló hacia la ventana. Sobre el alero de la ventana estaba sentado un gato negro que huyo dando un fuerte maullido.
Desde ese momento vaga por las calles de Buenos Aires un gato poseído.
Un Gato negro, de ojos verdes.
 

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Published on e-Stories.org on 11/15/2014.

 
 

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