Maria Ferrer

El hombre

   Debates. El mundo es un constante debate en la que cada alma que la puebla tiene una opinión. Unos dicen la verdad, otros se la guardan, pero hoy yo voy a dar la mía. En numerosas ocasiones me ha tocado desempeñar el papel de defensora de la humanidad. Literalmente. Me he pasado muchos años de mi vida pensando porque es tan difícil la vida, y por mi cabeza han pasado preguntas muy comunes entre personas de todas las edades, como porque puede llegar a ser tan mala la gente. Pero hoy en día, ya no pienso en ello. Una parte de mi vida consiste en la observación. Vivo una vida a la vez activa y pasiva, y este texto es un reflejo de mi vida pasiva.

 
  La razón por la que me siento obligada a transmitir esos pensamientos es la cantidad de información negativa sobre el hombre que recibo por todas partes. El hombre es inconformista por naturaleza, pero parece que una parte de mí se resiste a serlo y me adapto. Esta es la única explicación a los pensamientos que voy a plasmar aquí.
 
  Artículos, noticias, conversaciones, rumores… una inmensa cantidad girando entorno a la maldad del hombre. Asesinatos, violaciones, pobreza, inmoralidad, hipocresía e injusticia. Yo también usaba esas palabras cuando hablaba genéricamente de la humanidad, pero ahora me limito a aplicarlas a casos concretos. Siempre están en mi pensamiento, preparadas para ser usadas cuando se requiera, pero en la vanguardia se sitúan pensamientos más positivos. Estos últimos son los que voy a plasmar y con los que espero que alguien, en algún recóndito lugar del mundo y a pesar de las limitaciones de escribir en un solo idioma, cuando mire por la ventana se diga: “A pesar de todo… que grandes somos”.  
 
  Ante todo, la Tierra es enorme y vieja. Para unos, he viajado mucho, para otros, he viajado poco, pero si que he conseguido obtener un pequeño porcentaje de las cosas más destacadas de la creación humana. Y lo único que he sentido es fascinación. Cuando visité catedrales, mezquitas, iglesias, templos, murallas, castillos o mansiones, entre otros muchos, no pensé en la destrucción que hubo detrás de ellas o en su nombre sino en el edificio en si. En sus secretos, su simbolismo, su técnica, su contexto histórico, sus frescos, sus esculturas… Me maravillo cada vez que pienso en esa persona que hace cientos de años, estaba ahí ideando esa construcción. O esa persona que estaba trabajando en ella. Pienso en si fue realmente innovador o en realidad le hemos atribuido el mérito a otro, como pasa en muchos de casos en la historia (muchos casos que no sabemos y probablemente no sabremos nunca). Pienso en cómo cambiaria la historia que se cuenta en los libros de texto de los institutos sobre el edificio en cuestión si se hubiese conservado un tercio de lo que se perdió, por ejemplo, con el incendio de la biblioteca de Alejandría. Pienso en los textos perdidos en general, en toda la información que se ha extraviado o eliminado a lo largo de la historia. Cada eslabón ha ido evolucionando, y hoy en día damos muchas cosas por hechas, pero cuanto más investiguemos, más nos impresionaremos. Yo dejo en el aire algunos de los hechos que pueden hacer que uno de fascine por la magnitud de la creación humana.
    -La generación de luz a partir de electricidad. Como funciona, su invención, sus materiales.
    Un ordenador. Su pantalla. Porque el ratón nos sigue cuando lo movemos. Porque hay como un mundo en tres dimensiones dentro del ordenador por el que podemos movernos.
    -La televisión o la fotografía. Como captar una imagen y plasmarla en papel o pantalla. Que es lo que hace que un segundo de la vida se inmortalice.
    - Física y química. Descubrimiento de los átomos. Los elementos de la tabla periódica. Los elementos que forman todo lo que nos rodea.
     -Biología. Conocimiento del cuerpo humano y animal. Las células. Las bacterias. La creación de la vida en la Tierra.
    -O si no le convencen ninguno de los anteriores… unas preguntas que para mi, son claves. ¿Cómo llegamos a producir todas esas cosas? ¿como nos llego la idea a la cabeza y empezamos a investigar para producirla? ¿Cómo lo descubrimos por casualidad y luego le intentamos dar una explicación lógica?
  Éstos son, plasmados de una manera muy ruda y básica, algunos de los puntos sobre los que podríamos preguntarnos. No es una obligación el saber, pero sí el ser conscientes de que hay algo más detrás de lo que tenemos. Muchos de los puntos que he planteado seguramente ya se los ha preguntado, pero la intención de esta lista era una simple ejemplificación de los conceptos que explicaba más arriba. No pretendo, con todo esto, dar nada por hecho o establecido, sino simplemente como una opinión, a pesar de que el tono, en según que aspectos, pueda adquirir algún matiz de argumentación barato parecido al de los anuncios de “Teletienda”. Dicho esto, proseguiré con la explicación.  
 
  Hoy en día el planeta Tierra, gracias a los medios de comunicación (a pesar de que mucho de lo que comunican pueda ser falso), se ha empequeñecido. Y una de las más beneficiadas ha sido la música. La música mueve el mundo y se mueve por él. Y la música es creación humana. Una cosa es que pasemos como música algo que para según que criterios no se podría considerar como tal, pero lo otro es que nos sentemos a escuchar todo el sentimiento y las experiencias que emanan de esas notas. Los instrumentos, tanto tocando solos, o formando bandas o orquestras, o simplemente la música que surge de la voz humana ya es algo indescriptible. Muchas veces me detengo a pensar en que es lo que motiva la creación de música o del simple repiqueteo de cualquier objeto transformado en un ritmo, y no he alcanzado ninguna respuesta, pero toda acción humana tiene una motivación, y la música no es una excepción. La música es un don humano espectacular que refleja sentimientos, culturas, estado de ánimo, ideologías políticas o religiosas, etc. Lo mismo se puede aplicar a la pintura, a la escultura o a la literatura, por nombrar a los más grandes, que hacen que la expresión de los sentimientos humanos llegue a un punto insospechable.  
 
  Otro punto importante y igualmente fascinante es la persona en sí. Todo el mundo tiene una historia, el tiempo corre inevitablemente y se nos escapa como arena entre las manos. Durante ese tiempo pasan muchas cosas, y escuchar esas historias de la boca de la gente es algo increíble. A pesar de que puedan no ser verdad, de las historias ajenas se obtienen alternativas a las elecciones que se tienen que hacer durante la vida. Nos enseñan que hay un camino A, pero durante nuestro aprendizaje adquirimos la conciencia de un camino B, y así consecutivamente. El conocer esos caminos hace que a la hora de tomar una decisión, podamos escoger entre muchos caminos y la decisión siempre será más acertada que si está limitada. Por ello las historias nos aportan algo más que una anécdota que contarle al vecino. El pasear por un parque y ver a una viejecita dándole de comer a unos pájaros, o a una pareja besándose, o a unos niños jugando al fútbol hace que me imagine su contexto, su vida, la vida de sus parientes o amigos más cercanos, su historia. Si le preguntase a cualquiera de ellos, seguro que habría episodios en su vida muy negativos, muy a menudo a causa de otras personas. A pesar de eso, muchos no serán conscientes del mal que también han causado a otros sin querer. Por ello no los definiremos como malignos, sino como humanos. Piénselo, si la naturaleza humana fuera realmente maligna o destructora, no existirían tantas novelas, canciones, poemas, películas, series de televisión, programas de radio y televisión, etc. que hablasen de sufrimiento, de amor y desengaño, de pérdida, de dolor, de resignación, de melancolía y nostalgia o sobretodo, de lo dura e injusta que es la vida. Mire a su alrededor, ¿Cual es el origen de este torbellino de sentimientos? ¿La maldad humana? No, sino la gran cantidad de almas bondadosas que desean una vida plena y mejor ya que han sufrido mucho, muchas veces por la inconsciencia de la otra persona. A veces se sufre y a veces se hace sufrir involuntariamente. ¿O de verdad cree que en todos los accidentes de coche el causante lo atropellaba voluntariamente? ¿También es voluntario el dolor que le produce a una madre su hijo drogadicto? ¿Y en el caso del amante no correspondido? En la gran mayoría de los casos no es maldad, es inconsciencia. Y es que el hombre no es consciente del poder que tiene, su potencial, y lo usa mal. Por otra parte, una pequeña minoría ha sabido captar ese potencial y lo ha usado, creando y descubriendo las maravillas que nos han llevado a ser lo que somos. El mal, por su parte, siempre está concentrado en individuos que lo usan con inteligencia, cosa que desemboca en el sufrimiento de numerosas personas. Pero ese mal esta concentrado en una minoría que combina o reúne alguna de estas características, como puede ser la ambición, la inteligencia, la lujuria, etc. Eso puede ser mortal para algunos, pero no por eso se debe establecer al ser humano como algo a lo que temerle, o algo que despreciar. Se desprecia al individuo, no al colectivo. El error actual es meter a todo el mundo en el mismo saco y yo intento, con este texto, sacar del saco las cosas buenas y dejar en el saco las malas, no para ignorarlas, sino para distinguirlas de las demás.  
 
  Empecé este texto con un formato y un mensaje muy concreto, y lo he acabado de otra muy diferente. No hace falta un ojo experto para notar la evolución, y pido disculpas por lo desgarbado del texto. En este caso, me he centrado más en el mensaje que en la forma. En conclusión, voy a reducir en una frase toda la intención de este texto:
 
Déjese sorprender por el ser humano.
 
  Con ello quiero decir que aunque la iglesia haya manipulado, matado y actuado injustamente en nombre de Dios durante muchos años, no por ello dejaremos de maravillarnos con la catedral católica de algún país. Aunque se mueran anualmente miles de personas de cáncer, no nos tenemos porque dejar de maravillar por los millones que hubieran muerto si no fuese por la invención del antibiótico. Aunque a lo mejor hubo y hay muchos artistas que son y hace cientos de años, fueron, personas con una moral cuestionable, no por ello pararemos de admirar su obra. Puede que oigamos un discurso de un político y no creamos nada de lo que dice, pero siempre admiraremos su dialéctica. La clave es la ignorancia. Si no conoce o no pretende intentar obtener el trasfondo de lo que le rodea, su criterio siempre se podrá poner en tela de duda. La verdad absoluta sobre todas las cosas no se puede alcanzar, pero la curiosidad y el escepticismo hace que nos preguntemos el porque de las cosas y necesitemos saberlo, a pesar de que a menudo no lo obtengamos. En resumen, todo lo que he dicho se puede resumir en un ejemplo: este texto es un texto poco trabajado pero con mucho sentimiento, usted puede generalizar y decir que el texto es muy malo y por lo tanto mi obra lo es, e ir hablándole a la gente de lo desagradable que es leer mis textos (que seria equivalente a hablar mal del hombre), o puede coger lo bueno, siendo consciente de lo malo y su contexto y, sin olvidarlo, dejarse fascinar por ello. Entonces, repito:  
 
DÉJESE SORPRENDER POR EL SER HUMANO (sin olvidarse del contexto que rodea toda acción humana) PORQUE HEMOS DESTRUIDO… PERO PARA DESTRUIR PRIMERO HAY QUE CONSTRUIR, Y ÉSE ES NUESTRO MÉRITO.
 
 
Prometo escribir un relato en recuerdos sobre los recuerdos que más me han impresionado sobre el hombre y su creación para que quién haya conseguido llegar hasta aquí sin dormirse pueda entender un poco mejor mi punto de vista.

All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Maria Ferrer.
Published on e-Stories.org on 06/01/2008.

 
 

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