Superdotacion, altas capacidades, genios, personas normales, discapacitados, subnormales…
No me atrae tratar este tema. Ni este ni ningun tema que suponga etiquetar a la gente con algun titulo mas que el de ser persona o de ser humano.
No nos hacemos a la idea de vernos iguales, pero de tener unas caracteristicas que nos distinguen y preparan para salir adelante en la vida. Esas caracteristicas se deberian tener en cuenta solo para saber que podemos hacer para ganarnos la vida y para ayudarnos a nosotros mismos y a los demas. No para escalonarnos y para ponerles precio. Sobre todo porque se nos ha sido dado por una combinación de genes y de modo gratuito. Otra cosa es lo conseguido con el esfuerzo y la mania de competir que no hace feliz a la gente, necesariamente. A alguna, puede. Pero sentirse satisfecho de haber pasado por encima de otros o por haber pisado a otros…
La satisfacción personal no significa ser egoista. Significa el poder superarse a si mismo para poder tener seguridad como personas, en poder hacer algo en provecho propio y ajeno. Si no podemos hacer otra cosa que valoremos – no que nos pongan delante – como buena y positiva, deberiamos ver el modo de realizarla – recursos siempre hay – o de estudiar en nosotros mismos que otras cosas o que otros aspectos tenemos.
Igual que se valora en positivo, se valora en negativo. Y es espantoso, creo yo, tomar la opinión de una persona o de un grupo determinado de personas como norma general o universal para valorar al resto. Maxime porque la historia nos ha enseñado que ese grupo de persona puede estar equivocado. Una persona puede tener razon frente a un grupo igual que un grupo puede tenerla ante una persona. Pero no significa la opinión en contra, la muerte o el suplicio y menos la imposición de una idea y la privación de libertad por la misma. So pena que la idea sea nociva, claro. El hecho de perder la vida o de dañar a la persona incapacitandola mentalmente es dañino.
El comun de los humanos teme lo que no ve. O lo que no entiende. O lo que no conoce. O lo que no ha experimentado. Y precisa de que le den todo facil y hecho porque si no le es cercano, no le interesa y lo desecha. No piensa investigar sobre ello. Y cuando ha de hacerlo por obligación, se convierte en una gran desgracia.
Quizas los desgraciados somos los que hacemos que esa gente sienta como desgracia algo. O ellos mismos por sentirlo asi. No se valora a las personas en su conjunto y en sus detalles de modo objetivo sino de modo subjetivo y vamos prejuzgando. Ya de antemano sabemos lo que no nos gusta. Que no tenga unas facciones bellas y armoniosas, una voz preciosa, un andar gracioso, un estilo vistiendo, limpieza, una clase, un savoir faire. Que tenga elegancia al hablar, al escribir y cierta cultura pero que no hable demasiado y no saque la cultura a relucir para que no haga parecer tontos a los demas, que no se han querido molestar en estudiar. Y como manda don dinero, quien ha comprado un puesto, un poder, cierto conocimiento, manda tambien.
Primero limitamos a los niños cuando nacen. A ver sus enfermedades, y si no esta sano, menuda tragedia. No se mira de otro modo. No se piensa: vamos a intentar curarlo o vamos a ayudarle a integrarse y a sentirse seguro y capaz de si mismo con amor y cariño, no. Es una tragedia la que ha caido a la famila. Entiendo que pueda ser una tragedia una enfermedad rara que mate al bebe, al hijo o una discapacidad total de la cual no se conozca todavía el modo de adaptarla a las conveniencias sociales.
All rights belong to its author. It was published on e-Stories.org by demand of Maria Teresa Aláez García.
Published on e-Stories.org on 05/04/2009.
More from this category "Everyday Life" (Short Stories in spanish)
Other works from Maria Teresa Aláez García
Did you like it?
Please have a look at: