Berlín, 11 Mai 1945.-
EXTRA...!!!.-
LA VIOLENCIA DE UNA PASIÓN…
1ra Emboscada
Cabizbajo…
Caminaba por Köln, su ciudad preferida; cada vez, que se encaprichaba en ir a ella. Nunca tuvo rumbo fijo, menos aun destino, no sabía que quería o deseaba; pero cuando se proponía algo, su fuerte carácter lo traicionaba embelesándolo por cumplir el objetivo que se había trazado. Él se empecinaba en cumplir ese objetivo tan apasionado; la gente lo odiaba, tal vez, por sus errores, por la guerra, por todas esas cosas; decían que era un loco y que no tenía sentimientos, mas él era un hombre de carne y hueso; como todo hombre cometía errores que no se justificaban, ni que nunca se justificaran; pero quien, es perfecto. ¿La guerra es perfecta; tiene justificación…?, Los americanos eran perfectos…?, los japoneses eran perfectos…?, los ingleses eran perfectos…?. Nadie es perfecto, la perfección nunca existió y nunca existirá. Como aquel esquivo imperio. Todos tenemos derecho a sentir, amar, soñar, vivir y morir. Y el Reich no estaba exento de esos sentimientos, pues no era un dios, era mortal. Teniendo alguna vez que morir como todo ser humano que cumple un ciclo. Detrás del Führer; había un ser especial un niño, un adolescente, alguien que no sabía lo que quería; era dúctil, maleable, inseguro. Cargaba en su espalda un gran contrapunto, su tenaz seguridad y el más exagerado metodismo; que caía en la manía más detallista y en la exactitud absoluta; más que manía era un capricho que se mestizaba con una exacerbada pasión. Viajaba desde donde estuviese. Ordenando de forma inmediata prepararse para marchar a Köln; lo antes posible, la ansiedad lo invadía; sus escoltas ya lo conocían y sabían que a la orden de Rasch, Rasch, Rasch…!!!!!. Ellos; debían partir, a esa hermosa ciudad que al Führer tanto le atraía. En invierno era preciosa. Al Reich le encantaba la nieve y le hacía sentir bien el frío. Admiraba a su fiel compañero. El altivo y majestuoso Rhin, avezado y sagas. Las licencias que se tomaba, no eran en vano, pues el perseguía aquello, que como hombre lo había sometido a una extraña sensación, lo seducía hasta desorientar sus débiles sentidos, le hacían sentir algo especial; que la literatura, la música, la pintura, el teatro, ni la danza, habían logrado causar en él. Excelso, elixir; que persiguió en silencio por toda la eternidad; se llamaba Daina Sedel Grass; ella, una mujer de hermosura inconmensurable de carácter hermético e indestructible, de habilidades exquisitas al momento de tocar el piano y al entonar su canto eso era lo que al Führer lo perturbaba dejándolo hipnotizado al oír aquella voz nunca antes había visto mujer alguna de tan prolijo intelecto. Su madre, no era oriunda de Europa, pero para él; eso no importaba, y para el eso le daba un atractivo mayor, que incrementaba su admiración por ella. El Tercer Reich amó en secreto a la Sedälke como la bautizó hasta que la guerra de su lado la separó…
2da Emboscada
Servicio Secreto…
3era Emboscada
Kaos…
Interior en el Führer; que recuerda, y sufre en silencio por la inalcanzable Sedälke; al ser informado, que se ha marchado a la lejana América; nunca pudo acariciar eso cabellos, tan sólo sentir su perfume y contemplarla a la distancia; escribiendo para ella; algunas cartas, que tal vez, nunca recibió. Con frecuencia la recuerda al ir a Köln, donde conoció a Daina. Transita vagamente conversando con su amigo Rhin; preguntándole si algún día, la volverá a ver; mientras, la luna y el universo son mudos testigos de sus sufrimientos. Sedälke; suena en el interior del Führer y por dentro se destruye en pedazos. Él sufre, pero se muestra fuerte ocultando esa debilidad interior; que es un mar de lágrimas que no tiene como acallar, ni menguar esa desazón, que hay en su alicaído corazón. Él; sabe que algún día llegará el final, su final; mas sólo, anhela con volver a ver a su lejana y anhelada Sedälke, por una vez antes de tener que partir…
El silencio era eterno. Solamente se sentían los bombardeos; cayendo, como si fuesen copos de nieve, desde el cielo gris. El Reich pasaba la mayor parte del tiempo en su escritorio; donde recibía a la Düster-k. Frau Düster-k, era quien conocía los secretos de todo el mundo, más nadie los suyos, aunque ella dudaba del Führer; porque él, parecía descifrar su recóndito interior, aunque fingiera y no lo demostrará. No era complicado de entender, el Reich y la Düster-k pasaban largo tiempo atrincherados en el Bunker. El Führer todavía recordaba a la Sedälke. Pero era en vano, ya que no la podía ver, ni menos aun con ella estar, sólo se conformaba con escribir misivas, que no tenían destino final. El Führer se ensalzaba en ideas y pensamientos provenientes de los recuerdos, que Daina le traía. Al escuchar los vals de Strauss, Mendelsshn y Tchikowsky. Recordándola e imaginando como sería su vida en América.
El Führer mandó construir un cuarto secreto donde mantenía guardadas y recopiladas las cartas que en cada noche de férreos combates escribía a su amada…
Las sirenas internas anunciaban; que amanecía en el Bunker, después de una semana de intensos bombardeos. El Führer; no se despertaba, nunca antes del medio día, pues se dedicaba todas las noches a escribir a su Sedälke. Esto molestaba a la Düster-k haciéndola entrar en ira con frecuencia, Frau Düster-k poseía el carácter de varios ejércitos, y esa mañana no aguantó y explotó. Yendo a la habitación del Führer, irrumpiendo como si fuese su mujer, lo encaró duramente diciéndole:
El Reich la miro fijamente, y por primera vez; se dio cuenta de aquella fuerza oculta, que tenían esa mujer en sus ojos; ella, era verdadera, tangible y real; existía, y estaba ahí a su lado la mayor parte del tiempo.
Frau Düster-k salió de la habitación encolerizada maldiciendo a cuanto soldado encontró en su camino yéndose sin destino…
6ta Emboscada
La Celada…
La Düster-k; era una mujer tanto de hierro, como de fuego, y eso lo sabía bien el Führer. Frau Düster-k no apareció durante todo el día. Volviendo en la noche; muy tarde, y en silencio; era astuta, sagaz e incisiva. Tal vez, se notaba en demasía, y eso era lo que llamaba la atención de los soldados, quienes la respetaban como a una verdadera Diosa. Ella, cuando se proponía algo, o más bien se empecinaba, lo hacia y lo conseguía; ella, vio en las cartas del Führer; el punto débil que estaba teniendo la campaña, pensaba que eran un gran mal, que tenia que ser motivo de eliminación. El cuarto secreto donde estaban las cartas estaba en la habitación del Tercer Reich. Ella debía entrar allí, pero el nunca salía de ese lugar, así que seria esta una misión fatal; Talvez, su última misión…
7ma Emboscada
Cadalso…
Se ponía el sol. Ya había pasado una semana desde el exabrupto entre la Düster-k y el Reich. El Führer se hallaba en su escritorio – habitación, como todos los días. En ese instante apareció Frau Düster-k, para darle las informaciones de fin de día. El Führer notaba algo raro en el ambiente un aroma especial; no era sudor, ni olía mal; tampoco era químico, ni gaseoso. El Führer era precavido, y no confiaba en nada, ni nadie, ni en su propia sombra. Frau Düster-k se preparaba a entregar el primer informe de veinte, y el Führer seguía sintiendo ese aroma tan especial. Él ya comenzaba a hacerse más sensible; mientras la Düster-k seguía entregando sus informes, el éxtasis que había en la habitación del Führer era enloquecedor, no era perfumé, no era nada que el Führer conociese. Él, trató de mantener su altiva línea, y su firme postura; pero al quinto informe; él, ya no era capaz de resistir. Frau Düster-k; seguía emitiendo información. El Reich se abalanzo sobre ella casi instintivamente como si fuese un animal. Comenzando un combate sobre los planos de guerra e informes que volaron por todos lados como si hubiese sido la explosión de la unidad Panzer o el mismo bombardeo de la Luftwäffe. Era la explosión reprimida del deseo del Führer. Se acariciaron se tocaron se besaron con tantos deseos, ganas y ansias como si esa fuese su ultima noche su noche final. La Düster-k; durante la noche anterior había instalado una bomba de tiempo para concretar la conspiración contra la Diosa; solo tardaría 15 segundos en activarse, y así concretar su final misión. Frau Düster-k; cerró los ojos y contó:
-3…2…1…
-Ich liebe Dich;
-Miene Führer…
Dedicado a la Eternidad…
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Published on e-Stories.org on 07/25/2006.
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