El brillante catamarán blanco fondeó algo más de dos horas en la pequeña y apartada bahía de Formentera. A lo lejos lastrados por el oleaje uniforme, soñaban tranquilamente tres yates de tamaño medio en la suave y acogedora antesala del atardecer. Los tonos de principios de verano del sol del atardecer yacían como una sedosa manta naranja sobre el mar. Al ritmo de suaves respiraciones, el agua se derramaba juguetona sobre la playa de arena amarilla y fina.
Las sombras, en torno a chicas que caminaban, anunciaban la temprana puesta de sol. Profundamente absorto, sin pensar en nada y totalmente capturado por la luz del ambiente, algo se agitó de repente en mi mente. Era como si oyera una voz; como si alguien quisiera entablar un diálogo conmigo
"Me pesan las olas de la vida terrenal; ahora estoy tan cerca de ti".
Imagen de ambiente, Orange respiró, tu mirada mira olas juguetonas, siluetas majestuosas, colinas de la isla vecina, unidas, inmersas en luz pastel, las montañas de Ibiza, coronas escarpadas, frente al mar, encabezadas por la roca "Sa Galera", que parece estar relacionada con la leyenda de la Atlántida. Este es el momento, el momento, que no viene muy a menudo, pero ahora es el momento.
"Ábreme y déjame volar", habló el alma.
En un instante todo estaba tan tranquilo a mi alrededor; me sentí desprendido, ingrávido volando sobre olas que me atraían, con la última fuerza de los rayos del sol para obtener el favor de la paz. Me puse el suave vestido de plumas blancas de gaviota y grité alegremente como un niño.
Me elevé en vuelo de flecha hacia el infinito cielo abierto del atardecer y vi girar el mundo entero. El crujido de la cadena del ancla me despertó, me hizo retroceder. Me vi aturdido. Una suave brisa me tocó la cara. Fue un momento de felicidad absoluta. En la cámara de mi corazón sentí una agradable frescura. Comprendí; mi alma necesitaba salida, libertad, a veces fuera de mi siempre sólo "yo",fuerzas renovadas para afrontar las próximas aventuras de la vida. Me recompensé con un vaso de vino blanco y seguí feliz a aquella gaviota que no tardó otras dos horas en acompañarno
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Published on e-Stories.org on 01/17/2023.
Emotionale Welten
von Jürgen Skupniewski-Fernandez
In den Gedichten hat der Autor das lyrische "Ich" durch ein vorwiegendes lyrisches "Du" bzw. "Wir" ersetzt, was eine kollektive Nähe zum Geschehenen hervorruft.
Die sehr eindrücklichen Beschreibungen leben von den vielen Metaphern und Vergleichen.
Eine klare und leicht verständliche Sprache sowie wohlgeformte Reime ermöglichen dem Leser einen guten Zugang zu den Gedichten.
Etwas für Lyrik-Liebhaber und jene, die gerne über das Leben philosophieren.
Eine kleine poetische Reise, die den Leser zum Verweilen und zum Nachdenken über den Sinn des Lebens einlädt.
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