ALTOS

...arriba, muy altos, donde la tarde es hinojo y nimbo, mística y oro,

vencejos y gaviotas enloquecen de sol y luz, de libertad;

... e incesante, y mientras, la vida va de acá para allá socorriendo, impulsando el aliento

de diminutos insectos y pececillos del río, y, asimismo, el supremo esfuerzo por vivir

de las flores;

... “ un instante más” – oigo decir – y al mirar, zigzagueando entre púas de aire,

un pétalo cae rasgando el alma,

y la rosa, al límite herida, me mira y resiste, y, aun llorando,

se muere y sonríe.

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Antonio Justel Rodriguez

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