De adoptada a huérfana

Corrían los finales de los años cincuenta en Chile. Las familias solían tener una numerosa descendencia.  La maternidad no le fue otorgada a Berta . Ella eligió adoptar a un hijo/a no deseado para satisfacer su necesidad de ser /madre. Su marido la apoyo en esta desición.

Berta consiguió su objetivo, obtuvo una niña a quién ella eligió ocultarle su origen. 

Esta familia habitaba una casa confortable, en una zona donde se percibía la coexistencia de  las clases sociales y éstas eran extremas. Un alto cerco hecho de rejas protegían el frente del predio, cuatro perros vigilantes y ladradores eran parte de este sistema de defensa frente al intruso, ladrón o extraño quien se asomara a la entrada del sitio.

La niña era a sus siete años despierta, observadora, inteligente y de naturaleza amorosa. 
Cada vez que alguien tocaba el timbre curiosa se asomaba para ver qué sucedería o cómo reaccionarían sus padres o los empleados que estaban en ese momento en casa . Cada vez que estaban los niños pobres agarrando con su manos los fierros de la reja,  las atravesaban con implorantes  miradas casi vacías; la verja permanecía cerrada, de vez en cuando se les daba  algo o simplemente eran correteados de la puerta. 

En el medio ambiente social en el cual se movía esta familia, esta niña fue víctima de los  comentarios que hacían otros adultos y sus hijos  peyorativos refiriéndose a que era hija única. . Algo duro y difícil de comprender para la chica de 7 años. En su aflicción ella trataba de encontrar una solución para poder ser como las otras familias.

Pensó: "Si estos niños pasaban hambre y no tenían hogar, no tenían acceso al colegio, mis padres tienen suficiente y todo lo que me dan a mi, lo podemos compartir con ellos, asi  seríamos hermanos hermanos/as, todos estarían contentos. 

Le propuso a su madre si podría ella adoptar a alguno o varios de aquellos huérfanos, asi ellos podrían compartir y recibir el bienestar que les faltaba. Asi, serían todos unidos una familia. Berta le contestó a su hija un simple "No." 

 La pequeña quedeó ante esta respuesta desconcertada, pues sus padres hablaban con frecuencia "de esta pobre gente, de ayudarlos", sin embargo esta solución la rechazaba Berta.
Dos años mas tarde murió el padre de la niña y 4 años más tarde ella quedó también huérfana.

Fin

 

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