De nuevo Neruda.
Dedicado a
Samudras.
El escribió los
versos más tristes en la noche
derramando de su
alma las rosas sumergidas.
Y pinchaban sus
pétalos el amor de su ánima
desgarrando
las rimas de su musa sentida:
“Puedo sentir las
penas más hondas esta noche.
Puedo romper
cristales que se forman enteros
entre huecos
nostálgicos que dibujan senderos
sangrantes por las venas, entre mis huesos gélidos.
Puedo sentir
truncarse la vida por minutos.
Los papeles ocultos
que nunca habré vivido,
los espejos de
barro que nunca me reflejen,
las ausencias de
piedra que no me han pretendido
Puedo tener ahora
mil molinos de viento
volando por mi
mente, sufriendo por mi cuerpo.
Volcanes que ahogados
e impugnando sus vómitos:
tragan lavas
amargas de firmes despropósitos.
Puedo romper mis
puentes y asesinar quimeras.
Puedo sentirme
grande, pequeño, ser el tiempo.
Pero tener la vista
risueña de tus ojos
es el mayor tesoro
que perdí con el viento.”
El escribió los
versos más tristes esa noche
y yo dejé ir mis versos, manando, hacia el
silencio.
Pernelle. 30 – 5 –
2007.